domingo, 18 de enero de 2015

United Kingdom - 2ª Jornada. Sorpresa en Blackpool.

"Cumpleaños en el exilio"


Por fin en Blackpool. Son más de las tres de la mañana.
Le pido al conductor del bus que me deje usar su teléfono para poder usar internet y encontrar la dirección a la que debo ir. Después de esto, tomo un taxi y voy a casa de mi amigo donde me espera su novia. Él trabaja esta noche, así que tenemos tiempo para planear la sorpresa.

Supongo que es duroestar años fuera de casa, al principio seguro que es emocionante, como un viaje, quizás con algunas dificultades para adaptarte pero conpensada por la ilusión de nuevas experiencias. Pero con el paso del tiempo, la rutina en el exilio hace que pierdas el roce con tu gente y empieces a vivir tus propias experiencias. Aunque ahora es fácil comunicarse y moverse por cualquier parte, el tener un trabajo siempre te limita, tanto en tiempo como en movilidad. Creo que hacer una visita a un amigo para viajar juntos siempre es una buena idea. Un paréntesis para compartir experiencias, recordar viejos tiempos y unir el camino que la vida nos ha hecho andar por senderos diferentes.

Foto de E.

"Envolviendo el regalo"


Al llegar a casa me pongo a hablar con E. Es un buen momento para conocer a la novia de mi mejor amigo. Hablamos de todo, con pequeños cortes para pensar ideas de como hacer que mi presencia pase desapercibida, en una casa de sólo dos habitaciones.
Ella se ha esforzado mucho para disimular todo, ha conseguido que él coja vacaciones toda la semana sin decir ningún motivo. Ha simulado un viaje a Tailandia pero sin decirle nada, dejando que los indicios recreen ese ambiente de pre-viaje largo. Hasta se puso a buscar hoteles en su ordenador para que saliesen anuncios de estos lugares en los banners de Internet. "Él sospecha de un viaje fuera de Europa", dice. Pobre M. se tendrá que conformar con una pequeña excursión por Gales.

"Say hello" (Dí hola)

Son las cinco de la madrugada. Mi amigo llega de trabajar después de las ocho así que dormimos un par de horas y nos levantamos para prepararlo todo.
Cámara oculta, ok. Mochilas escondidas, ok. Revisamos que nada quede a la vista y... ¡oh! Ruído de bicicleta en la puerta. Rápido, a la habitación. Mientras voy a mi escondite veo mi móvil cargando al lado de la mesilla de noche. Lo recojo rápidamente mientras veo como él entra en casa con la bici. Caminando con paso largo, rápido pero sigiloso, me escondo en la habitación y ahí me mantengo durante una hora hasta que él decide ir a acostarse.
Ahora podéis ver el vídeo de lo que pasa después de 10 minutos.



César D.

0 comentarios:

Publicar un comentario